Bérgamo y Brescia

Capitales de la cultura en Italia

Bérgamo y Brescia

Las dos ciudades, situadas a menos de una hora en tren, acumulan tal cantidad de patrimonio que una visita se hace imprescindible. Además, la ventaja es que por sus dimensiones se pueden recorrer a pie por lo que, ahora que ha llegado el otoño y el calor no aprieta tanto, se convierte en una verdadera delicia escudriñar su patrimonio.

Città Alta de Bérgamo vista desde los jardines de la Rocca
Città Alta de Bérgamo vista desde los jardines de la Rocca

La Città Alta

Bérgamo luce elevada la ciudad medieval rodeada de cinco kilómetros de muralla que la UNESCO ha reconocido como Patrimonio de la Humanidad. Desde la Porta Nuova de la Città Bassa se divisa perfectamente su fisonomía. Luego para visitarla, o debemos realizar un paseo de unos 15 minutos a pie, o tomar un funicular que, como una reliquia del pasado, nos deja a dos pasos de la Piazza Vecchia, el centro histórico.

Un poco de historia nos dice que fue durante el dominio veneciano que en la ciudad se levantaron majestuosos palacios, iglesias profusamente decoradas, torres medievales y la gran muralla que los tenía que defender de posibles ataques del norte y que nunca entró en acción. Pasear por su perímetro es un ejercicio para la vista. Desde cualquier punto se observa la geometría de la Città Bassa que se extiende a sus pies, mientras disfrutamos de la arquitectura de sus cuatro puertas de entrada.

Capilla Colleoni en la Piazza Vecchia
Capilla Colleoni en la Piazza Vecchia
La Piazza Vecchia es el centro neurálgico de la Città Alta
La Piazza Vecchia es el centro neurálgico de la Città Alta
Puerta de San Giacomo con el león, símbolo del poder veneciano
Puerta de San Giacomo con el león, símbolo del poder veneciano

El centro neurálgico es la Piazza Vecchia, que junto con la contigua Piazza del Duomo constituyen el corazón renacentista de la ciudad medieval y todos los callejones confluyen en ellas. Allí se encuentran el Palazzo Nuovo convertido en biblioteca, el Palazzo della Ragione, la Torre Cívica, la Catedral, la Basílica de Santa Maria Maggiore, la Capilla Colleoni y el Bautisterio. Siete obras de arte que podemos observar su subimos a lo alto de la Torre Cívica y, de las cuales, no debemos perdernos la fachada profusamente decorada de la basílica. Iniciada en el siglo XII y terminada en el XVI, los interiores, tanto de esta como de la catedral son dignos de admirar. El coro de la basílica está revestido por unos admirables trabajos en marquetería realizados por Lorenzo Lotto. Fatigados nuestros ojos de tanto arte, un descanso debajo del amplio pórtico del palacio municipal, escuchando la música de algún intérprete callejero, siempre nos vendrá bien.

El paseo por los callejones adyacentes, sobretodo las calles principales como son la Via Gombito y la Via Bartolomeo Colleoni, nos llevan a descubrir numerosas tiendas de recuerdos, gastronomía, restaurantes, pastelerías donde probar los deliciosos polenta e osei, helados donde la stracciatella se lleva la fama y algunas placitas con su fuente, donde relajarse con un refrescante sptriz, la bebida de moda en toda Italia.

Los trabajos en marquetería del coro de la Basílica de Santa Maria Maggiore son extraordinarios. Realizados por Lorenzo Lotto con distintas clases de maderas, confieren una profundidad fuera de lugar a cada una de las escenas bíblicas. A la derecha, el Arca de Noé en medio del temporal.

La Città Bassa

Aunque la Città Alta es el gran atractivo de Bérgamo no debemos olvidar a la Città Bassa, de amplias avenidas, con zonas peatonales donde pasear e ir de compras y plazas que respiran espacio en las que se asoman las terrazas de bares y restaurantes.

Para los amantes de las compras, el eje formado por las vías Torquato Tasso, Sentierone y XX Setembre que se extienden entre la plaza de la iglesia del Santo Spirito y la Piazza Pontida, son el lugar donde encontrarán las marcas de siempre junto a otras de diseño local. Y todo ello en un largo eje peatonal con parada obligada en la Piazza Dante.

Fuente en Porta Nuova
Fuente en Porta Nuova
Piazza Pontida
Piazza Pontida
Piazza Dante con un restaurante en el subsuelo
Piazza Dante con un restaurante en el subsuelo

Los amantes de la música no deben olvidar el Teatro Donizetti, cuyo nombre hace honor al gran compositor de ópera y los del arte tienen una visita ineludible a la Academia Carrara con una enorme colección pictórica de incalculable valor y, enfrente, un antiguo monasterio franciscano acoge el GAMeC, la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo.

Academia Carrara
Academia Carrara

Brescia, la ciudad del arte

Brescia es una ciudad que podemos descubrir a pie sin problemas. Una buena indicación en las calles, nos llevará en unos veinte minutos, desde la estación del ferrocarril hasta el conjunto arqueológico del Capitolio y el complejo de Santa Giulia, los monumentos más importantes de la ciudad.

El conjunto del Capitolium engloba un Santuario de la época republicana del imperio romano y la Victoria Alada, una figura de broce del siglo I d.C.

La Brixia romana nos llega hasta nuestros ojos por las cuatro grandes columnas que emergen en el área del Capitolium. Pero el secreto mejor guardado se encuentra bajo tierra. Si visitamos el museo, cosa imprescindible, nos adentraremos en los restos de un antiguo Santuario republicano del siglo I a.C, donde se conservan en prefecto estado los frescos de las paredes y parte del mosaico realizado con pequeñas teselas. Esto se realiza en grupos reducidos, con guía y durante un corto espacio de tiempo para no afectar a las pinturas. La segunda gran obra es la Victoria Alada que se guarda en el Capitolium, el edificio que se levanta detrás de las columnas. Se trata de una estatua de bronce de grandes dimensiones, del siglo I d.C. que se encontró en perfecto estado durante las excavaciones del 1826. Se ha convertido en uno de los símbolos de Brescia y se visita con estrictas medidas de seguridad. Junto al Capitolium se encuentra un teatro romano que tuvo una capacidad para 15.000 espectadores. Todo esta área junto con el complejo monumental de San Salvatore-Santa Giulia que se visita con la misma entrada, fueron inscritos en el 2011 en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Santa Giulia engloba salas e iglesias del monasterio de San Salvatore. A la derecha, la Cruz de Desiderio invadida por los miembros del Club Ciclista de Torino

Este monasterio benedictino femenino fue fundado en el año 753 d.C y estuvo habitado hasta finales del siglo XVIII. Hoy en día es un compendio de arte debido a los murales que atesoran las distintas iglesias, el museo con los restos arqueológicos encontrados y la sala donde se guarda la Cruz de Desiderio. Una bóveda pintada de azul y pinturas murales de los siglos XVI-XVII en las paredes, dan cobijo a una gran urna transparente donde se aloja esta gran cruz. Hecha de madera revestida con láminas metálicas, lleva incrustadas más de 200 piedras, camafeos y cristales. Parece que se trataba de una cruz procesional del siglo VIII. La visita a todo este complejo puede durar más de tres horas. Poco a poco y descansar para digerir tanto arte.

Saliendo al exterior, si nos apetece podemos dirigir nuestros pasos hacia el norte, para visitar la gran fortaleza erigida durante la dominación veneciana, en la mitad del siglo XV. Además de las impresionantes vistas de la ciudad, su interior acoge un importante museo de armas blancas y armaduras. Más cerca se encuentra la iglesia del Santo Cristo bautizada como la capilla Sixtina de Brescia por la cantidad de frescos de los siglos XV-XVI que inundan techo y paredes, reproduciendo escenas del Juicio Final.

Iglesia del Santo Cristo repleta de pinturas murales
Iglesia del Santo Cristo repleta de pinturas murales

Centro histórico

Se organiza a partir de tres plazas: la Piazza della Loggia, la Piazza della Vittoria y la Piazza Paolo VI. Esta última es la más importante ya que en ella, perfectamente alineados, se encuentran el Palacio del Broletto con una torre símbolo del poder civil veneciano que domino la ciudad entre los siglos XV y XVIII, la Catedral nueva en estilo barroco tardío con una cúpula que es la tercera más alta de Italia y la Catedral antigua, románica, de planta circular, construida a finales del siglo XI. Enfrente de estos edificios, una sucesión de terrazas permite recuperar fuerzas mientras contemplamos tanta obra de arte.

El Palazzo della Loggia preside la amplia plaza del mismo nombre, coronado por la Torre del Reloj encima del cual dos autómatas marcan la horas. La de la Vittoria es la plaza más moderna ya que fue inaugurada en 1932. Está presidida por el Palacio de Correos con trazas de arquitectura modernista.

Piazza della Vittoria, Piazza Plablo VI con las dos catedrales, barroca y románica, junto al Palacio Broletto, y el Santuario de Santa Maria delle Grazie.

Además de las mencionadas, el centro de Brescia está plagado de iglesias. Entre todas vale la pena mencionar el Santuario Basílica de Santa Maria delle Grazie. Un pequeño claustro separa la basílica del santuario. El interior del primero está profusamente decorado con pinturas del barroco de reconocidos artistas, mientras que el santuario, reconstruido, es una obra del siglo XIX, cuyo interior abigarrado está revestido de mármol con numerosas columnas que le confieren un aire arabesco.

Otras opciones

Desde Bérgamo resulta muy fácil desplazarse has el lago Como. En tren en unos 45 minutos llegamos hasta Lecce, localidad situada en uno de los extremos del lago y, desde allí, con un ferry turístico que hace las veces de autobús, visitar las poblaciones más bellas que surgen en sus orillas.

Bellagio en el lago Como
Bellagio en el lago Como
Lago Iseo desde Tavernola Bergamasca
Lago Iseo desde Tavernola Bergamasca

Otra opción, esta vez con autobús -la estación de autobuses está enfrente de la del ferrocarril-, es llegar hasta el lago Iseo y también con un servicio de ferry navegar por él. Una tercera propuesta seria adentrarnos por el valle Cavallina bautizado como el jardín de Bérgamo, en el centro del cual se encuentra el lago Endine. Ambos destinos están a menos de 50 km pero a una hora y media de autobús, ya que va parando en todos los pueblos.


                                            GUÍA PRÁCTICA

Como llegar

Bérgamo tiene el aeropuerto internacional Bérgamo-Orio al Serio al que se puede volar desde España (algunas compañías lo bautizan como Milán-Bérgamo que se supone tiene más atractivo). Desde los aeropuertos de la capital milanesa, pasando por la estación de la ciudad, también se puede llegar a Bégamo en tren en un viaje de menos de una hora, con muchas frecuencias diarias. También hay servicio de autobús directo.

El aeropuerto de Bérgamo está situado a unos 6 km de la ciudad. Un servicio de autobús -la línea 1- cubre esta distancia por un módico precio.

A Brescia se puede llegar en tren desde Bérgamo en un viaje que no llega a la hora, muy económico y con muchas frecuencias diarias.

Más información

Bérgamo www.visitbergamo.net/es/

Brescia www.bresciatourism.it

Texto e imágenes: Jordi Bastart. 2023