La Palma

La isla de las experiencias únicas

La Palma posee el sobrenombre de Isla bonita por sus paisajes, bosques, manantiales de agua que brotan del subsuelo y por sus playas de arena negra. La claridad de su cielo ha llevado al Centro de Observación del Universo situado en el Roque de los Muchachos, a ser un referente mundial en la astrofísica.

La isla de La Palma es la más noroccidental del archipiélago canario. Su superficie de 708 km2 tiene forma ovalada con el extremo sur terminado en punta. Surgió del fondo marino hace unos dos millones de años y actualmente, buena parte de su superficie se encuentra protegida. La mitad norte de la isla está ocupada en buena parte por la Caldera de Taburiente, un Parque Nacional peculiar que, en su punto más elevado, el Roque de los Muchachos, de 2.426 metros, diversos observatorios astrofísicos con científicos de medio mundo, escudriñan el Universo en busca de nuevas galaxias. Mientras, los terrenales se dedican a recorrer los numerosos itinerarios señalizados que discurren entre roquedos de lava solidificada y frondosos bosques de pino canario.

La otra mitad de la isla está formada por una sucesión de conos volcánicos agrupados bajo los nombres de Cumbre Nueva y Cumbre Vieja, que constituyen la verdadera espina dorsal de La Palma. En el extremo sur, diversos volcanes alrededor de la localidad de Fuencaliente terminan por acercarnos al mar. Precisamente uno de ellos, el Teneguía, protagonizó la última erupción en 1971, con la que se ganaron unos centenares de metros al océano Atlántico.

Numerosos espacios naturales protegidos repartidos por toda la isla hacen que más del 35% de su territorio goce de algún tipo de protección. Además del Parque Nacional Caldera de Taburiente -uno de los cuatro que existen en Canarias- sobresalen los parques naturales de las Nieves, de la Cumbre Vieja y las reservas naturales de Guelguén y del Pinar de Garafía.

Desde el 2002 toda la isla ostenta la declaración de Reserva de la Biosfera lo que le confiere un valor muy especial para los amantes del turismo de naturaleza. Entre las plantas que crecen en la isla 170 son especies endémicas de Canarias, siendo las más características el drago, el pino canario y la palmera canaria.

La bautizada como Isla bonita dicen que es uno de los territorios que acoge más artistas por metro cuadrado. Será por el clima, por la naturaleza, por la calidez de sus casi 85.000 habitantes o por todas estas circunstancias a la vez, que los escritores, poetas, pintores y escultores encuentran en ella su fuente de inspiración.

Un poco de historia

Los benahoaritas, primitivos habitantes de La Palma, que en aquellos tiempos se llamaba Benahoare, procedían del noroeste de África. Su llegada se sitúa en torno al siglo V a.C., aunque existen muchas incógnitas tanto sobre la fecha exacta como en la forma como llegaron a la isla.

Los primeros intentos de conquista de La Palma empezaron en 1404 con Jean de Bethencourt, al que le siguió medio siglo después Guillén Peraza. Ante el fracaso de ambos, no fue hasta el 29 de septiembre de 1492 -trece días antes del descubrimiento de América- que Alonso Fernández de Lugo desembarcó en Tazacorte y emprendió la conquista de la isla, dividida en doce cantones gobernados cada uno por un caudillo. La ocupación se dio por terminada cuando el último jefe Tanausú, que se había hecho fuerte en la zona de la Caldera de Taburiente, cayó preso por medio del engaño. El 3 de mayo de 1943, la isla de La Palma quedaba incorporada a la corona de Castilla.

A partir del siglo XVI, una vez consolidada la conquista, junto a los nuevos pobladores españoles llegan a La Palma portugueses, genoveses, franceses y flamencos. Es a partir de este momento que empieza la explotación de la agricultura y la instalación de los primeros ingenios azucareros. Más tarde, con el comercio con América, una nueva oleada de pobladores llega a la Isla atraídos por los negocios. Italianos, franceses, flamencos e irlandeses se mezclan con la población autóctona y le dan a la isla un aire cosmopolita. De aquella presencia aún se conservan actualmente algunos nombres de calles como O'Daly y Vandale.

Pasada una época de saqueos por parte de grupos piratas atraídos por la pujanza económica, entre los siglos XVI y XVIII se suceden de forma cíclica épocas de bonanza económica con otras de caos, propiciadas normalmente por la caída de ciertos tipos de cultivo como la cochinilla y la búsqueda de nuevas formas de explotación agraria, como por ejemplo el plátano, además de cultivos de cítricos, aguacates, verduras, papas y viña.

Itinerarios por la isla

Podríamos dibujar dos itinerarios para recorrer la isla: la costa norte y el centro y la costa sur. La costa de la isla de La Palma es realmente escarpada, sobre todo en su mitad norte. Desplazarse entre los distintos pueblos es afrontar, en la mayoría de los casos, una sucesión de curvas, eso sí, entre un paisaje que sorprende a cada paso. Desde Santa Cruz de la Palma parte la LP-1 en dirección a Puntallana y a un par de kilómetros encontraremos la LP-4, una serpenteante carretera que asciende hasta los 2.426 metros del Observatorio Astronómico del Roque de los Muchachos para, ya de bajada, enlazar de nuevo con la LP-1, con posibilidades de ir hasta Puntagorda o Garafía, en un recorrido realmente espectacular y volver de nuevo hasta nuestro punto de origen recorriendo toda la costa norte.

En nuestra ruta cruzamos el Parque natural de las Nieves con una de las mejores muestras de laurisilva de Canarias y llegamos al Observatorio Astrofísico del Roque de los Muchachos situado en un extremo de la Caldera de Taburiente. En este lugar hay instalados numerosos telescopios compartidos por varios países; la nitidez del cielo canario y la situación de esta isla garantizan excelentes observaciones del universo. Durante el verano existe la posibilidad de visitar las instalaciones telescópicas. Las reservas deben hacerse mediante un formulario habilitado en Internet. Desde este punto parten diversos senderos señalizados para recorrer la zona septentrional de la Caldera de Taburiente.

En nuestro descenso por carretera iremos a parar al municipio de Garafía. En Santo Domigo, la iglesia de Nuestra Señora de la Luz, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura mudéjar de Canarias; fue levantada en el siglo XVI y alberga tres retablos de estilo barroco. Desde el puerto de Santo Domingo se disfruta de una magnífica panorámica del acantilado y de los Roques de El Guincho. En Garafía se producen los mejores quesos de la isla.

Desde este lugar y tomando la LP-1, podemos ir hacia la derecha por Barlovento y Los Sauces regresar a Santa Cruz de la Palma, o por el lado contrario seguir hacia Tazacorte y Los Llanos de Aridane, disfrutar de sus playas y, entre plantaciones de plataneras, regresar a Santa Cruz por la LP-3, encarando el túnel de La Cumbre que atraviesa el dorsal de la isla. Si optamos por ir hasta Los Sauces en la costa oriental, desde esta población se puede emprender un bonito itinerario a pie que nos llevará hasta los Nacientes de Marcos y Cordero, donde el agua es la protagonista.

Caldera de Taburiente

Es una gran depresión de origen desconocido que ocupa la mitad norte de la isla de La Palma. De paredes abruptas, este enorme cráter de unos ocho kilómetros de diámetro, guarda en su interior una riqueza vegetal considerable, con casi un centenar de especies de plantas y una de las mejores representaciones de pino canario. Las sucesivas erupciones volcánicas, los grandes derrumbes y la fuerza erosiva del agua han ido modelando un paisaje con casi 2.000 metros de desnivel.

Declarada Parque Nacional en 1954 y Reserva de la Biosfera en el 2002, antes de penetrar en su interior, vale la pena pasar por el Centro de Visitantes de El Paso, situado cerca de Los Llanos de Aridane, para recabar información. Hay tres puntos a los que se puede acceder en vehículo: el Roque de los Muchachos, el mirador de La Cumbrecita y el de los Brecitos. Hasta los dos primeros se llega por carretera; en cambio al último, se accede por una pista de tierra. Desde estos tres puntos, donde hay casetas de información, parten diversos senderos señalizados que permiten recorrer a pie los rincones de la Caldera y disfrutar de su exuberante vegetación.

Uno de los recorridos más interesantes permite adentrarnos en el interior de la Caldera de Taburiente y así descubrir las joyas botánicas de este Parque Nacional, escondidas entre formaciones geológicas de origen volcánico. Para iniciar este itinerario deberemos acercarnos hasta el mirador de los Brecitos. Lo podemos hacer contratando los servicios de un taxi todo terreno, para, después a pie y ya de bajada, iniciar el recorrido hacia el barranco de las Angustias, pasando por las cascadas de Colores (matices en la piedra debidos a los óxidos ferruginosos) y Dos Aguas, lugar donde se juntan los barrancos de Taburiente y Almendro Amargo.

Centro y sur de la isla

La carretera LP-2 circunvala todo el sur de la isla pasando por las poblaciones más importantes. El casco urbano de Los Llanos de Aridane se formó a principios del siglo XVI alrededor del templo de la Virgen de los Remedios. De arquitectura mudéjar, consta de tres naves con suelo de madera. El casco urbano conserva rincones de gran belleza como las plazas de Elías Santos Abréu, de España y de Argual, con típicos edificios de arquitectura canaria.

La villa y puerto de Tazacorte se extienden sobre una franja costera del fértil valle de Aridane. Plataneras y cultivos tropicales compiten con playas de arena negra dotadas de infraestructuras. La ermita de San Miguel fue el primer edificio levantado por los castellanos cuando llegaron a la isla por estas costas, aunque el edificio actual es el resultado de sucesivas remodelaciones. En sus aledaños destacan diversas casonas del siglo XVI y un museo que recoge la historia del plátano con diferentes tipos de plataneras. Las puestas de sol desde sus costas son especialmente bellas.

Fuencaliente es el municipio situado en el sur de la isla. En este territorio se han producido notables erupciones volcánicas: volcán de Martín en 1646, San Antonio en 1677, El Charco en 1712 y, más recientemente, la del Teneguía en 1971, que le ganó unos centenares de metros al mar. Una buena parte del terreno se destina al cultivo de la vid, que encuentra en las cenizas volcánicas un medio idóneo para su desarrollo, produciendo entre otros vinos de prestigio, la célebre malvasía que tanto valoraron antaño las cortes europeas.

De Los Canarios, capital del municipio de Fuencaliente, parte un agradable itinerario que rodea el cráter del volcán San Antonio, desde donde se vislumbra una bonita panorámica de la localidad llena de contrastes: el de las cenizas de lava y el lapilli, con el blanco de las casas y el verde de los viñedos en primavera y verano. La ruta puede finalizar en el faro de Fuencaliente, donde podemos visitar el Centro de Interpretación de la Reserva Marina de Fuencaliente y el Sitio de Interés Científico de las Salinas de Fuencaliente.

Volcán San Antonio en Fuencaliente
Volcán San Antonio en Fuencaliente

Dando la vuelta por la costa oriental, el Parque Arqueológico de Belmaco es un conjunto formado por un poblado de diez cuevas naturales y diversos grabados rupestres de la época de los benahoaritas. La parte más interesante de este conjunto se encuentra en torno a un gigantesco caboco que interrumpe el cauce del barranco de Las Cuevas, en cuya base se abre una impresionante cavidad natural utilizada como vivienda, enterramiento y probablemente, también, como lugar de culto. Dispone de Centro de Interpretación y sala de exposiciones con restos arqueológicos.

La Villa de Mazo aglutina muy buenos ejemplos de arquitectura tradicional con unas fiestas muy sonadas por Corpus. Su iglesia, dedicada a San Blas, posee un bonito retablo de caoba y un notable conjunto de imágenes flamencas del siglo XVI. En el Museo del Bordado, situado en la Casa Roja, se pueden ver verdaderas obras de arte.

Santa Cruz de la Palma

La capital de la isla se fundó en 1493 y fue desde el primer momento lugar de paso para el tráfico con las Américas recién descubiertas. Esto trajo gran prosperidad a la ciudad, que pronto vio levantar magníficos palacios e iglesias. Toda ella puede ser considerada un monumento histórico, en la que destaca la plaza de España, rodeada por la iglesia de El Salvador, el Ayuntamiento y otros edificios notables.

La Calle Real es la arteria principal del casco antiguo que bajo los nombres de O'Daly y Pérez Brito, une el puerto con la alameda. En ella veremos la casa Arce y Rojas, de finales del siglo XVI y principios del XVII; la casa Vélez de Ontanilla, de principios del XVIII, y el palacio-casa Salazar (actual oficina de turismo) de la segunda mitad del siglo XVII; más adelante encontraremos el Ayuntamiento y frente a él la iglesia de El Salvador, así como numerosos palacetes que evocan el pasado floreciente de la ciudad entre los siglos XVI al XVIII.

La Plaza de España se puede considerar el centro neurálgico de la ciudad. La fachada renacentista del templo de El Salvador está considerada como una de las más bellas de las islas Canarias. Frente a la plaza se encuentra el edificio del Ayuntamiento, erigido a mediados del siglo XVI, en cuya fachada destacan diversos símbolos que hablan del buen y mal gobierno de la ciudad. Cercana a la plaza de España se encuentra la de Santo Domingo, con el templo de Santo Domingo (siglo XVI) que cuenta con una meritoria colección de pinturas flamencas, un artesonado mudéjar y un espléndido retablo barroco. Dejando atrás la plaza, nos encontramos con el típico barrio de San Telmo, que conserva una espléndida arquitectura canaria. Al llegar al risco de la Luz disfrutaremos de una buena panorámica del puerto y, junto a este lugar, la ermita de San Telmo guarda en su interior un galeón de finales del siglo XVII.

En la avenida Marítima, entre las plazas de España y San Francisco, una alineación de casas con las típicas balconadas traídas por los colonizadores, dan un ambiente acogedor a la ciudad de Santa Cruz de la Palma. Estos balcones, que constituían antiguamente la parte posterior del edificio, cuya fachada principal miraba a la calle Real, ahora se han convertido en una de las imágenes más representativas de la capital; los comerciantes portugueses, genoveses y flamencos que se fueron estableciendo en la isla realizaron sus aportaciones arquitectónicas hasta darles el aspecto actual.

Santa Cruz de la Palma
Santa Cruz de la Palma

En la Plaza de San Francisco casi en el otro extremo del casco antiguo, se encuentra la parroquia y el convento de San Francisco (siglo XVI). La primera con valiosas esculturas de la escuela flamenca y el segundo convertido en sede del Museo Insular. Completa el agradable conjunto histórico la iglesia de la Inmaculada Concepción.

En la Alameda, junto a la sombra que proporcionan los frondosos laureles de Indias, el Barco de la Virgen (réplica de la Santa María) y el castillo son los monumentos más importantes de este rincón de Santa Cruz de la Palma. Aquí se celebra cada cinco años, durante las fiestas de la Bajada de la Virgen o Lustrales, el famoso diálogo entre la Nave y el Castillo.

Finalmente en un altozano, en el santuario de Nuestra Señora de las Nieves, la virgen, patrona de la isla, vela por los palmeros. En su interior se conservan objetos de valor incalculable, entre ellos un Calvario flamenco del siglo XVI y numerosos exvotos. En su honor se realiza una sonada fiesta cada cinco años.

                               GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar

En avión. Desde la península Iberia Express y Vueling ofrecen conexiones directas desde distintas ciudades españolas. Desde Madrid durante todo el año y en época estival, Navidad o Semana Santa, también conexiones directas con otras ciudades como Barcelona.

Desde los aeropuertos de Gran Canaria o Tenerife, con las compañías Binter Canarias, Air Europa Express o Canaryfly con vuelos de unos 30 minutos.

En barco. Por vía marítima se puede llegar a La Palma a través de empresas de transporte regular como Naviera Armas y Fred Olsen, que ofrecen conexiones diarias desde el Puerto de los Cristianos en Tenerife o Acciona que hace parada en La Palma en su ruta entre la Península y las Islas Canarias. Dependiendo del barco la duración del trayecto se estima entre 2 horas y media y 4 horas.

Gastronomía

El queso y los vinos de la isla de La Palma gozan de la protección de una Denominación de Origen. El primero se elabora normalmente con leche cruda de cabra que en ocasiones se mezcla con la de oveja, en un proceso que conlleva una larga maduración.

La viña crece en las pendientes pronunciadas de la isla, en estrechos bancales cubiertos normalmente de picón (restos volcánicos que mantienen la humedad); la variedad más valorada es la malvasía para vinos dulces, aunque también se producen buenos caldos con uva albillo y sabro, siendo muy característicos de la isla los llamados vinos de tea.

Vieja con papas arrugadas
Vieja con papas arrugadas

Entre los platos típicos de La Palma tenemos el cerdo con mojo rojo, salsas como el mojo de almendras y postres como el príncipe Alberto (tarta elaborada con una especie de mousse de chocolate con almendras y avellanas), los almendrados, los marquesotes, pan de leche, el queso de almendras, las rapaduras de gofio y el bienmesabe, elaborado con huevos, almendras y azúcar -a veces se sirve acompañado de helado-.

Artesanía

La cerámica prehispánica de La Palma es una de las más llamativas de Canarias. La materia prima principal era la mezcla de barro y arena, en proporciones que variaban según la tipología de la pieza a realizar. Al no conocer el torno alfarero, los benahoaritas elaboraban sus vasijas mediante el sistema de urdido o churros de barro y alisaban sus cuencos con espátulas de hueso, lapas y callaos de playa o barranco, para después cocerlos en sencillos hornos que consistían en un agujero en el suelo recubierto de materia vegetal. Asimismo, tallaban también cuentas de collar y pequeños ídolos con carácter mágico-religioso. Diversos artesanos se encargan ahora de reproducir aquellos utensilios.

Los bordados, en sus diferentes variantes, se convierten en verdaderas obras de arte, tanto los realizados con colores llamativos como los de reichi, realce o frivolité. Asimismo, el hilo de seda se utiliza para la confección manual de pañuelos, corbatas y otras prendas de vestir.

Senderismo y BTT

La isla de la Palma es el marco ideal para practicar el senderismo y las rutas en BTT. Muchos de los caminos se remontan a la época en la que los benahoaritas transitaban con sus rebaños y que ahora se han adecuado y señalizado. Existe casi un centenar de senderos marcados a través de los cuales se puede visitar prácticamente toda la isla. Hay un par senderos de gran recorrido: el GR-130, que en ocho etapas ofrece la posibilidad de dar la vuelta a la isla, y el GR-131 que la atraviesa en tres etapas por el centro. www.senderosdelapalma.com

Parapente

La Palma se ha convertido en uno de los lugares de referencia en Europa para volar en parapente. La suavidad de sus condiciones climáticas y sus especiales características orográficas y de orientación a los vientos dominantes, unido a la estructura y a la logística con la que ya cuenta la isla, permiten el vuelo libre durante casi todo el año. Gracias a su dorsal montañosa, incluso con las peores condiciones atmosféricas en una de sus vertientes, es posible tener buen tiempo en la otra parte de la isla para disfrutar del vuelo.

Buceo y fotografía submarina

Dado su origen volcánico, los fondos marinos de la isla de La Palma son realmente espectaculares. La claridad de sus aguas permite disfrutar tanto a los que realizan buceo con gafas y aletas como a los que se inclinan por el submarinismo. Son el marco ideal para la celebración de campeonatos de fotografía submarina.

Actividades náuticas

Otras actividades acuáticas que han ido ganando adeptos en la isla son el kitesurf y el windsurf. La variedad de intensidades en los vientos de la zona hace de La Palma uno de los mejores lugares para practicar este deporte. Gracias a ellos es posible alcanzar grandes velocidades y realizar increíbles saltos y piruetas en el aire. Seas principiante o experimentado, esta experiencia te abrirá un mundo nuevo.

Más información www.visitlapalma.es

Texto: Jordi Bastart. Imagenes: Jordi Bastart y Patronato de Turismo de la Palma